El precio del silencio.
Desde que llegamos a este mundo empezamos a buscar las maneras de comunicarnos y expresar mediante el llanto, la sonrisa, con la mirada y cuantas muecas y sonidos que se nos ocurran para lograr hacernos entender de las cosas que queremos y nuestra forma de pensar y sentir. Así poco a poco hasta que vamos aprendiendo hablar y escribir. El ser humano por naturaleza tiene la necesidad de expresar sus pensamientos y sentimientos, y a medida que han ido avanzando los años se fueron perfeccionando los mecanismos y las vías para lograr abarcar cada vez más alcance en el mundo, hoy en la actualidad es increíble los resultados del internet, las redes sociales y todos los grandes inventos tecnológicos que hacen que en cuestiones de segundos desde cualquier parte del mundo exista comunicación.
Desde el momento que a un ser humano se le va privando la posibilidad de expresar sus pensamientos lo vas convirtiendo en un prisionero de su propia conciencia, que con el pasar del tiempo sin darse cuenta es un esclavo de su propio silencio. En esto es en lo que nos ha convertido la utopía socialista de la revolución cubana. Han creado un sistema de adoctrinamiento desde que somos niños y cuando con el crecimiento este no dio los frutos esperados, entonces la censura de los pensamientos libres se encarga de hacerte callar y poco a poco te vas adaptando al silencio por tal de no buscarte problemas.
Desgraciadamente nos hemos dado cuenta de que el socialismo es el padre de las justificaciones y esperanzas de futuro, mientras se va la vida en un presente cada día más incierto. Los cubanos han dado suficientes muestras de sacrificio y entrega cuando se tiene una esperanza y esto ha sido más que explotado por el régimen castrista en mas de 60 años, pero ya el tiempo ha demostrado que las esperanzas no bastan cuando las acciones concretas no llegan por parte de un gobierno que se sigue aferrando a una política errada y que no ha funcionado en países con más recursos económicos que el nuestro.
Pero como toda sed de poder que se aferra hasta el último de los sacrificios de un pueblo entero para continuar disfrutando solo una minoría a cambio del sufrimiento de muchos. Por muchos años el principal error ha sido el silencio y el miedo a las consecuencias de una política de censura. El miedo ya no puede ser más una herramienta de dominación y control de las masas, la historia se ha encargado de demostrar que no funciona y mas que nada nuestra cruel realidad.
“El silencio es la aceptación de la esclavitud, la expresión del pensamiento es la más auténtica de las libertades”.
Cuando se te obliga a callar por tanto tiempo, se vuelve un hábito hacerlo y aunque nos duelan las cosas, será siempre el silencio la mejor solución. Porque callar cuando vemos una injusticia en un proceso judicial y ver cómo encierran a un hombre solo por pensar diferente y al final no tienen ni el valor ni la dignidad de juzgarlo por lo que verdaderamente es y empiezan a inventarse delitos cometidos tales como desacato, peligrosidad social, atentado, desorden público. No son capaces de decir que encierran a un hombre por tener criterios políticos diferentes al sistema en el poder. Porque callar cuando ven a una persona prosperar económicamente en una actividad suya y enseguida empiezan a buscar todas las vías posibles no solo para acabar con su actividad, sino que son llevados a prisión injustamente.
A través de la historia desde el triunfo de la revolución cubana hasta la actualidad sobran los ejemplos de cómo los cubanos han tenido que aprender a guardar silencio, como han ido aprendiendo a sobrevivir en un mundo de mentiras e ilusiones, teniendo bien claro que expresarse en contra del sistema sería una condena de seguimiento y obstáculos para toda su vida y con muchas posibilidades de llegar a caer en prisión.
El sistema comunista en sobradas ocasiones ha buscado la manera de irse quitando del medio a todas aquellas personas que no compartían su visión política, en los primeros años de la revolución eran asesinados cientos de personas en contra y encarcelados otros tantos inclusive hasta altos mandatarios que empezaban a dar señales de su inconformidad con el camino que estaba tomando el país, dentro de ellos uno de los generales de Fidel Huber Matos, así como también la desaparición misteriosa de otra personalidad muy querida por el pueblo Camilo Cienfuegos. Así continuaron los años hasta la década del 80 cuando el éxodo del Mariel fue otra oportunidad del sistema para obligar a abandonar el país a todos aquellos que ellos tenían identificados como que estaban en contra de su política, fueron momentos verdaderamente tristes pues los sacaban de sus casas y eran obligados a montarse en barcos para que abandonaran el país. Varios años después tuvo lugar otro suceso vergonzoso cuando en la primavera del año 2003 fueron arrestados 75 disidentes cubanos y encarcelados injustamente sin haber cometido ningún crimen, su delito era pensar de una manera diferente.
No fue quedando otra alternativa que irse adaptando a la situación existente y tener que aprender a callar los pensamientos y tratar de ir buscando las vías para sobrevivir, en la actualidad son muchas las personas que no están de acuerdo con el sistema pero que por una razón de conveniencia al tratar de cuidar sus puestos de trabajo los cuales representan el sustento para sus familiares, son incapaces de emitir algún criterio y tiene que llevarlo muy dentro. De esta manera el gobierno ha ido obligando a su población a un nivel de sumisión increíble, donde solo una minoría bien pequeña es la que hace un esfuerzo por expresar su pensamiento en contra de las injusticias y los abusos que ven a su alrededor.
La dictadura cubana sabe que desde el momento que el pueblo le pierda el miedo a expresar lo que verdaderamente, ese será el fin, igual que pasó en la unión soviética cuando se fueron introduciendo reformas y le dieron la libertad de expresión al pueblo ruso, ese fue el inicio del final del comunismo soviético.
Porque seguir callando cuando vemos que nos pasamos un mes entero trabajando y a la hora de sentarnos a la mesa no tenemos que comer y sobre todo ver como nuestros hijos no tienen la alimentación que quisiéramos, porque mi hijo tiene que llevar de merienda un pan con aceite y un vaso de agua con azúcar cuando los hijos de los dirigentes llevan pan con jamon y refresco de cola, donde está la igualdad?.
La diferencia existe igual solo que cambia el nombre de las clases, en el capitalismo son ricos y pobres, en el socialismo son dirigentes y trabajadores. En honor a la verdad no creo que a nadie le moleste que el vecino tenga millones en un banco mientras yo pueda vivir honradamente con mi trabajo y darle a mi familia las cosas mínimas indispensables y sobre todo un futuro mejor para mis hijos. Este es razonamiento que tenemos que hacernos todos y dejar de creer en consignas y promesas, mientras tu no tienes que comer y mucho menos que ropa ponerte, esos dirigentes que te dicen de aguantar y seguir luchando tienen un buen almuerzo y todos los días se llevan para su casa mucho más de lo que necesitan y cuentan con un sin número de posibilidades que le facilitan la vida. Donde a quedado el principio de que el jefe debe predicar con el ejemplo, he aquí otra evidencia de que todo es un engaño y una hipocresía, cuantos dirigentes no roban de los recursos que le ponen a su disposición y usan para su propio bienestar. Hasta cuándo convivir con el engaño.
Es hora de hacer algo o estaremos condenando a nuestros hijos al mismo sufrimiento nuestro y a un futuro sumamente incierto. Pues cuántos jóvenes han tenido que jugarse la vida para salir de ese país sin futuro, pero cuántos han sido graduados de carreras universitarias y han sido encarcelados años más tarde porque se han visto obligados a robar para poder sobrevivir.
Si algo tuve la posibilidad de aprender fue que mientras más para arriba en la escala de mando, más corrupción, más lucha por el poder, más sentido de individualidad y egoísmo. Más oportunismo entre los dirigentes, donde solo piensan en cuidar el puesto a cualquier precio. Se crean cadenas de corrupción a escalas inimaginables, por ejemplo primeros secretarios del partido comunista que reciben regalos de directores generales. En las empresas existen mecanismos para robar donde operan directivos y trabajadores para desviar recursos y en todo esto quien mas roba es el director general.
Ahora la excusa perfecta de la cobardía para no ponerse en contra del régimen es la familia, yo no me meto en política porque sino pierdo lo que he logrado y mi familia dejaría de disfrutar de los beneficios alcanzados. El problema es que no saben que con ese tipo de sistema nada es seguro y que hoy estas bien, pero mañana solo basta caer en gracia y pierdes todo inclusive hasta la libertad sin importarle a nadie, y es entonces donde desgraciadamente te das cuenta de que solo vivías en una gran mentira.
Nuestros abuelos han pagado el precio más alto al perder sus vidas esperando un cambio por el cual lucharon y nunca podrán ver, la juventud de nuestros tiempos ha crecido sin la esperanza de un futuro mejor, viendo cada día en la propia piel el desastre de una causa perdida. Es por eso que depende de nuestras acciones que la vida de nuestros hijos y nietos sea mejor.
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